El pequeño Tommy nunca sospechó que su cachondo amigo Lance le iba a entregar a un chico dominante como Vincent. No se preocupa cuando le bajan los pantalones y le amordazan la boca con cinta adhesiva, sino todo lo contrario. Con sus pollas mojadas y relucientes de saliva y lubricante, los dos dominadores se turnan para llenarle el culo con sus centímetros, cada uno follándose el coño mientras el otro sigue alimentándole con su carne cruda. Cuando su agujero ha sido completamente follado por los dos tipos ansiosos, pide que su esperma caliente salpique su bonita cara.